Se establece la Línea Ética como un canal confidencial para reportar situaciones que involucren a la empresa o a sus contrapartes (empleados, clientes, proveedores, contratistas, entre otros) en actividades relacionadas con la corrupción o el soborno transnacional. Cabe aclarar que este mecanismo no constituye una denuncia formal, pero permitirá a la empresa iniciar una investigación interna y adoptar las medidas correspondientes, con base en la información suministrada. No es necesario contar con certeza absoluta sobre los hechos, pero sí se solicita que estos sean descritos con la mayor precisión posible.